lunes, agosto 20, 2007

Se acabó

Como ya habrán deducido por mi larga ausencia de estos últimos meses, este blog se suma a todos aquéllos que son abandonados y que reposan, como barcos varados, abandonados en la costa de un mar que se retiró. Dicen las estadísticas que el 80% de los blogs que empiezan, son abandonados por sus autores antes del primer año. Éste ha cumplido dos, pero ni siquiera así es original. Una vez más, la originalidad tantas veces buscada no acude en su socorro.

Nació como uno más, creció como un blog personal de un adolescente tardío con ínfulas de artista y terminó como un sitio sin identidad dedicado a volcar los lloros de un cobarde más dado a protestar y a llevar la contraria que a hacer.

Ya no puedo escribir más aquí porque este blog pertenece a una persona que ya no soy, pertenece a un yo que se quedó en el pasado, antes de saber todo lo que sé ahora. He aprendido muchas cosas en estos últimos dos años y medio, he dejado de ser un torpe adolescente (mejor tarde que nunca) y me he convertido en el prototipo del hombre que quiero ser. Es cierto que aún no lo soy, que me quedan cosas por pulir y cosas por aprender, pero una de las cosas que tengo claras es que ya no soy la criaturita frustrada y patética que acostumbraba a ser. Por lo tanto este blog ha perdido su sentido.

Nunca pensé que pudiera darle el cerrojazo definitivo. Siempre creí ser demasiado volátil como para no volver a necesitarlo, pero todo llega en esta vida, y el momento ha llegado. Me siento tan avergonzado de la persona que lo ha escrito que simplemente podría haberlo dejado ahí, quieto para siempre, perdido en la inmensidad de este cementerio de dudas adolescentes que es la blogosfera esperando que todo el mundo se olvide que existe. En Internet eso habría ocurrido en pocas horas.

Pero quiero ser consecuente. Éste blog ha sido el diario de una época de mi vida en la que me han ocurrido muchas cosas. Ha estado ahi cuando lo he necesitado, me ha acompañado en momentos muy duros, y en momentos extremadamente bellos. Junto a éste diario descubrí el amor, la belleza, el gusto por el arte, la muerte y el dolor.

Iré guardandome los posts en mi propio disco duro y cuando haya terminado, lo borraré. Pero que no se preocupen los tres o cuatro lectores que solían pasarse por aquí. No me he ido de la blogosfera. Pueden encontrarme en mi nuevo proyecto, Ars Artificium, en breves en otro proyecto blogosférico que tengo en mente y, como siempre, en las tertulias de los comentarios de las Salidas.

Gracias por haber estado ahi.