domingo, octubre 30, 2005

Reseña: La Novia Cadáver


Esta película se esperaba, se anhelaba, se deseaba incluso. Y Tim Burton no decepcionó en ningún momento a sus espectadores, que acabaron casi todos con la lagrimilla colgando del ojo. Una película hecha con la técnica del stop-motion, demostrando una imaginación y saber hacer que actualmente casi no se puede ver en el cine procedente de Hollywood.

En este filme, más que en cualquier otro realizado hasta la fecha, la ya conocida estética Burton se despliega hasta límites antes inexplorados, consiguiendo sumergir al espectador en el ambiente triste, gris y negro desde el primer minuto. La animación es fantástica, salvo en contadas ocasiones, es indistingubile de una animación por ordenador. Además gracias a utilizar muñecos, Burton puede jugar con la luz tal y como le apetece, sin las limitaciones que impone la animación por ordenador.

En lo tocante al argumento, este magnífico genio de la dirección da media vuelta a lo que se había visto hasta ahora, presentando un mundo de los vivos negro, depresivo, perpetuamente nocturno, capaz de sumir al espectador sensible en la más gris de las melancolías, mientras que el mundo de los muertos es alegre, vital y lleno de colores, canciones y fiestas.

El diseño de los personajes es increíblemente bueno. Realizados en colaboración con el Grangel Studio de Barcelona (se siente aquí cierto orgullo patrio: no todo está perdido en este país de especuladores inmobiliarios), a veces traspasa el entendimieneto del espectador lego el hecho de conseguir que un cuerpo muerto, zombie y medio putrefacto resulte guapo y alegre y sea capaz de expresar los sentimientos con fuerza inusitada. Resulta todavía mas sorprendente el poder convertir en actores a esqueletos que no varían la cara, pero que, de tan bien animados que están, consiguen hacer olvidar que sólo son cráneos pelados, mondos y lirondos.

El único punto negativo que el abajo firmante estaría por destacar es (aparte de que tuvo que verla doblada: eso no es culpa de Burton) la envidia que le surge cuando ve todo el talento del que es capaz de rodearse una persona, que, además también derrocha talento por todos sus poros. Afortunadamente, ese sentimiento es rápidamente enterrado por el agradecimiento hacia la gente que consigue demostrar a la industria cinematográfica, que es posible obtener beneficios (y muchos) ofreciendo un producto artístico de gran calidad, totalmente alejado de la mierda comercial que se considera la única manera de conseguir beneficios. Por lo menos, se hacen cargo del precio de la entrada de cine y ofrecen un producto que verdaderamente lo vale.

Gracias, Tim.

viernes, octubre 28, 2005

Valor y Puntuación del blog

Como estaba aburrido, he ido a Cuanto vale mi Blog, y me ha dado una cantidad muy modesta, pero que si me la dieran ahora mismo me sentiría el ser más feliz del mundo. Lo he puesto a la derecha con intención de actualizarlo cada cierto tiempo, para ver si gano o pierdo valor.

También he puesto una puntuación del blog, donde me ha salido altísima (8.4), (via Silktide) más incluso que Halón Disparado, que es de donde he sacado la idea. Hombre, en justicia he de decir que el diseño de la página no es mio, y, como la plantilla de Blogger cumple todos los estándares, eso sube.

Pero, como pueden ver si siguen el enlace que les pongo, comprobarán de dónde vienen mis puntaciones, y, me ponen un 8,9 en el apartado Marketing (cómo de popular es la página). Y esto es claramente un error, porque me está diciendo que tengo un excelente en Popularity Ranking, y que me encuentro en el número 31 de los blogs más populares, no de España, sino del mundo.

Y yo me pregunto, ¿si soy tan excepcionalmente popular (de hecho más que el Halón Disparado, que está en el puesto 215.520 del mundo, o los mismisimos Microsiervos, situados en el 22.955), porqué mi blog vale 39 veces menos que el del Camarada?

La conclusión a la que he llegado es que la puntuación me ha calculado el dominio, tomándome los enlaces a todo blogspot.com. Sino, no lo entiendo. Como es un dato erróneo, no lo pongo como dibujito en la barra derecha. Para comprobar mi popularidad pueden seguir el enlace en este mismo post, y verán las aberraciones que me cuenta el invento. (507 links hacia mi blog!!!, si me voy a Technorati y me salen nada más que dos...

Mal invento. De hecho, me ha decepcionado tanto que no sé si voy a quitar también la imagen del valor monetario del blog. Creo que se lo inventan todo. Ya veremos.

Consejo para creadores

Leo en el blog del maestro Vigalounge (espero que no le moleste que le considere mi maestro), un post sobre qué no hacer cuando ruedas un corto. Consejos para cortometrajistas, vaya, que el título que le ha puesto Nacho es lo suficientemente explicativo.

Básicamente estoy absolutamente de acuerdo en todo lo que dice, pero hay que reconocer que es muy dificil no hacer nada de eso. Eso es lo que la gente conoce. Es decir. Me encanta ver cortos que cumplan con todos esos consejos, y los veo muy buenos. Pero para hacerlos, tela. Tienes que ser verdaderamente bueno.

Y, como el maestro bien sabe a pesar de (o tal vez a causa de) su dedicación didáctica, gente buena no hay mucha (y yo desde luego no lo soy), así que me remito a el consejo primordial que usa el señor Nacho para toda su obra (el lo aplica a cortos, yo a cualquier artista):

A mi no me importa que una obra mia guste o no guste. Lo que quiero es que la gente, después de verla/leerla diga: esto no lo había visto antes


Basándose uno en esa premisa, es fácil destacarse del resto.

jueves, octubre 27, 2005

Cambio en los links

Bueno, los lectores habituales (si los hay) se darán cuenta de que he cambiado los links laterales. Cada día voy estando mas metido en la blogosfera y esos son los que no me pierdo nunca.

Por lo tanto, no esperen que aquí aparezcan posts acerca de las mismas noticias que ya aparecen allí. Aparte de que me parece un alarde de falta de originalidad (¿para qué dar tu opinión sobre algo sobre lo que todo el mundo está opinando?), es un desperdicio de recursos. Ya lo leen ahi, no me hagan repetir.

Frase del Día

Según el título podría parecer que voy a inaugurar una sección de citas diarias, en plan Halón Disparado o Microsiervos, pero no. Esto es simplemente que una frase leída en un comentario de Barrapunto me ha llamado muchísimo la atención, como ejemplo de que el que escribe quiere dárselas de culto y sabio, quedando como un completo idiota. He aquí la joya:

Me puedes decir que la gente anumérica debe pagar las consecuencias de su estulticia.


No puedo decir de quién es, porque lo ha posteado un "pobrecito hablador", pero ahora no puedo dejar de leerla. Estoy emocionado por cómo es capaz la gente ignorante de pasear su idiocia por el mundo, esperando que todos nos quedemos con la boca abierta ante su subyugante léxico.

Y encima está la posibilidad de que alguien no le entienda y le haga sentir estúpido. Me pregunto: ¿tendrán este tipo de personas algún trastorno que les proporciona placer sexual cuando hacen sentirse estúpidos a los demás? ¿Esta atracción sexual, tiene un nombre? En caso de tenerla (que casi no dudo de que lo tendrá, hay nombres para todo), ¿como se llama?

miércoles, octubre 26, 2005

Trabajo

Vaya, ahora que había conseguido atraer a las musas y estaba empezando a convertirme en un artista; ahora que había logrado encontrar algo por lo que moverme, y lo estaba tratando con cuidado para que no se me fuera; ahora que había logrado deshacerme de las ataduras de esta simple sociedad mortal, y estaba a punto de alcanzar el nirvana; es justo ahora cuando les da en mi empresa por impulsar mi carrera.

Ya lo habíamos hablado en una entrevista a principios de mes, pero yo creía que no eran más que palabras, pero se lo han tomado en serio, lo de promocionarme a Analista Programador. Mon dieu!, se me ha escapado hoy cuando me he enterado de que van a mandarme como AP a un proyecto lejos de la protección de la oficina. Solo frente al cliente, y yo con estos pelos.

Ahora es cuando llega el turno de apechugar. Ya he demostrado que sé fingir perfectamente que se hacer las cosas. Ahora es cuando tengo que aprender a hacerlas. Pero para eso, tengo que descender del cielo de la iluminación y el ascetismo al MundoReal™. La inspiración se va a desvanecer, como una lágrima en la lluvia.

Como muestra de la evasión de inspiración este mismo post. Me ha salido fatal, pero es que estoy pensando demasiado en el MundoReal™.

Mierda.

lunes, octubre 24, 2005

Reseña Cinematográfica

Volvemos un nuevo Lunes, tras un fin de semana terriblemente agitado con dos películas:

-Serenity: Bien no está. Es entretenida, pero, si vas al cine con el ánimo impulsado por los Microsiervos, creyendo que estás viendo la película de ciencia ficción del año, te decepcionarás. Y mucho. La película parte con el mero objetivo de entretener. Humor fácil y ligero combinado con acción y toques de estética Mad Max (que, oye, parece que siempre queda bien) en una película protagonizada por la tripulación de una nave que se cae a cachos. Vamos, algo que todos hemos visto ya hasta la saciedad. Único punto original: la loquita telépata. Gracias a ella la película gana mucho, ya que la actriz tiene una mirada verdaderamente perturbadora. Lo suficiente como para hacer bien de loquita. El resto, puffff. El mismo Reaver muere 3 veces, en lo que parece ser un homenaje a las películas de acción y bélicas de principios de los 90. Lucha desesperada que no parece desesperante en ningún momento y todo ensuciado por esa costumbre post-Gladiator de mover la cámara de un lado a otro durante las peleas, con el objetivo de que el espectador no se entere de absolutamente nada. Efectos especiales correctos y planetas variados y bonitos. La decoración interior de la nave era algo (nótese el "algo") original. Nada que no hayamos visto ya en la película de animación Titán, A.E.. No hagais ni caso a la puntuación de de 8.4 en IMDb. Es casi herética, está al nivel de Matrix.

-Los Siete Samurais: Empezar a ver una película de 200 minutos en blanco y negro con subtitulos amarillos a las 12 de la noche no es sano. Casi me da un síncope, pero he de reconocer que esta película es de lo mejorcito que he visto en el cine. Me encantó la atmósfera que se consigue de ese Japón medieval con sus pueblos miserables. Impecable la ambientación de aldea ronin. Genial, como siempre, el maestro Toshiro Mifune en la interpretación del ronin loco. Yo no soy un defensor del cine en blanco y negro (nací en la era del color, que le vamos a hacer) y debo reconocer que en color la película hubiese ganado tela, pero no puedo tener más quejas, salvo quizás, la falta de perfilación de los bandidos atacantes. Ni siquiera su jefe tiene personalidad. Recomendada (si te gusta el ritmo oriental, si eres un devorador de cine de Sandra Bullock o de Catherine Z. Jones, ni te acerques a este film).

viernes, octubre 21, 2005

Otoño

El viento perpetuo de la Ciudad del Viento donde vivo sopla esta vez calmado y suave. Lo justo para jugar con el largo y save pelo de algunas chicas que andan por la calle. La temperatura baja, y los niños comienzan a encorrer a las palomas con sus pequeños abrigos. Algunos ya llevan bufanda.

Oigo el crujir de las ramas de los árboles, encubierto por el susurro que las hojas, ya rígidas y muertas, emiten al rozar las unas contra las otras. Una cae al suelo, delante mio, justo ante mis pies y me quedo mirando como el viento, mi querido viento, la hace jugar, ya libre de las trabas que le impedían vivir en libertad. Se levanta, gira y vuelve a caer en una hipnotizante danza en la que el coro es bailado por pequeños papeles y algo de polvo, todos bailando al compás de una música que sólo ellos son capaces de oir.

Y mientras lo veo, mi mente vuela, feliz de estar recuperando todo lo que me fue arrebatado cuando decidí socializarme. Cuando decidí darle una oportunidad al mundo. Cuando empecé a vivir en ese extraño y gris mundo conocido vulgarmente como realidad. Fueron años duros, pero aprendí. Sin lugar a dudas aprendí y maduré.

Ahora vuelvo a ser el mismo. Ya he aprendido las claves que necesitaba del mundo materialista que me rodea, y he conseguido echar otra vez a volar. Pero esta vez ya tengo una dirección.

Un pájaro, quizás un gorrión, se posa junto a la hoja, que ya apenas se mueve: el viento ha cesado. El pájarito, pequeño, marrón, me mira. Su cara expresa confianza. Confianza en sí mismo. Es un desafío. Yo, grande y amenazante; él, pequeñito y desvalido. Sabe que no puedo alcanzarle e incluso, en un gesto de verdadero desprecio deja de prestarme atención para dedicarse a picotear un poco del polvo que produce la ciudad, firmando así un pacto tácito de no agresión. Yo no me meto en su espacio, el no se mete en el mío.

El polvo de la ciudad es distinto al polvo del campo. El polvo del campo esta limpio. Me pregunto qué demonios estará picando el pajarito con tanto interés. A mi sólo me parece polvo. Trato de acercarme, sigilosamente, para ver mejor. Es inútil. El pajarito sale volando con gran premura, y se posa en una de las ramas bajas del árbol, desde donde de nuevo me mira. Esta vez su gesto es de ofensa. He roto el pacto. Me da mucha pena, él se fió de mí, y ahora sabe que no puede volver a fiarse jamás de un ser humano. Los pájaros respetan los pactos. Los consideran sagrados. Los humanos no.

Me mira desde la rama, fuera de mi alcance. Y le miro desde el suelo, donde por un capricho de la naturaleza estoy anclado. Me reprocha con su mirada una úlltima vez y sale volando hacia el cielo, con su característico frenético aleteo.

El viento, mi querido viento, vuelve a soplar. Una hoja cae del árbol frente a mis pies, y me doy cuenta de que la gente me ve como a un extraño, intentando enterarse de lo que yo miro con tanta atención. Sigo el ejemplo del pajarito, y me marcho.

Yo tampoco me fío de los humanos. Ni siquiera he intentado establecer un pacto. Nunca lo entenderían. Me llamarían friki.

miércoles, octubre 19, 2005

Reseña Cinematográfica


Hoy vengo a hablar de una película bastante antigua (1986), pero que todavía es capaz de emocionar el corazón, por su ritmo, su genial guión y su increíble música.

Cierto, estoy hablando de Los Inmortales (curiosa traducción para "Highlander", pero recordemos que era la época en la que la norma al traducir una peli era poner un título cuanto más diferente del original, mejor).

La película me parece un prodigio de originalidad, de hecho, la considero la Matrix de los años '80. Comparte muchísimas similitudes, a saber:
-La historia es original.
-El protagonista es un elegido.
-El actor que lo interpreta es un soso sin expresión, totalmente incapaz de quedar bien en otro papel, pero que ese precisamente le queda como escrito para él.

La diferencia entre las dos pelis es que en Matrix cubren con efectos especiales lo que en Highlander se consigue con la música. Esa banda sonora de Queen, que nos hace disfrutar con cada escena, con cada uno de los combates. Mentar la genial actuación del siempre elegante Sean Connery como caballero español, en uno de los mejores papeles de su carrera (¿ha hecho algo mal este prodigio?).

En definitiva, un must que, si no has visto querido lector, deberías estar ya cogiendo de cualquier videoclub (que no sea un blockbuster, que allí no la encontrarás).

martes, octubre 18, 2005

Ser escritor

Al hilo del post anterior, me ha venido a la cabeza el que si de verdad deseara ser escritor, mi trabajo sería increíblemente atractivo.

Tengo un ordenador, un monitor TFT de 17 pulgadas de alta definición que apenas cansa la vista y todo el tiempo del mundo para escribir mientras me pagan. ¿No es esto la perfección?. Lo sería, si tuviera vocación de escritor.

No os voy a engañar, no la tengo: sólo me la imagino. Mi verdadera vocación está muerta y enterrada.

No tengo nada más que decir. El resto son falacias.

Sueños de Otoño

He estado pensando (es cierto, alguna vez pienso) en apuntarme para ver si me cogían como escritor en alguno de los blogs de Weblogs, SL., sobre todo en Blog de Cine y así escribir y cobrar por ello.

Este era uno de los pasos a realizar en pos de una nueva vida (¿una vida de escritor?) y, la verdad es que me atrae. Pero por mala suerte, seguí pensando y me di cuenta de que no tengo vocación de informador. Es decir, escribo lo que me gusta, y lo que me apetece contar, generalmente cosas sobre mi mundo interior. No me interesan ni a mi (salvo como ejercicio de ordenación mental y redacción). No considero que la realidad merezca ser contada tal como es. Definitivamente, no soy periodista.

Pero, si el lector me permite la licencia de soñar, la vida de "romper con todo" de la que hablaba ayer me gustaría que pasara por ganarme la vida dándole a la tecla, como escritor. Sin tener un sueldo fijo. Vendiendo artículos, relatos, lo que sea. Cuanto más escribes mas ganas. Así de simple. Eso sería algo increíble, mi vida perfecta. Además, se incluye el romanticismo de ser "escritor". Si si, exactamente eso que todos sabemos que podemos ser (pronúnciese con una "leve" ironía).

Podría irme a vivir a un pueblo, y viajar a dónde se me antojara, teniendo en cuenta la portabilidad de la informática actual. Teniendo en cuenta mi rendimiento laboral podría trabajar 2 o 3 horas diarias, 4 dias a la semana, y tener el resto del tiempo para mi.

En fin, me toca volver a realidad, en la que tengo por delante 7 infumables horas de mirar el monitor y no hacer nada para luego volver a casa y ponerme a estudiar asignaturas de una carrera que me servirá para sentarme delante de un monitor y mirarlo durante 8 horas sin hacer nada, pero cobrando un 50% más de lo que cobro ahora.

Me invade la melancolía.

lunes, octubre 17, 2005

Nihilismo antisocial

Estoy en pleno ataque de nihilismo antisocial, y voy a intentar explicar el por qué en este mi blog. ¿Por qué hago lo que Joi Ito dice que no debo hacer (esto es hablar de mi y mis circunstancias sin aportar absolutamente nada a mis lectores, como si les fuera a gustar mi patente estupidez)? Pues porque me ayuda a pensar y a organizar mis pensamientos.

Podría ir al psicólogo, desde luego. Pero me costaría dinero. El blog es gratis, es mio, y me lo follo cuando quiero. De hecho, fue creado por esto mismo.

Bueno, al grano. Como dije en un post perdido por ahí abajo, yo siempre he sido un nihilista, sólo que lo era inconscientemente hasta que un amigo (que sabe mucho de estas cosas) me lo dijo. Lo busqué en la Wikipedia y de verdad que me va como anillo al dedo. Casi cualquier escrito (paper) que me ha llamado la atención, o me ha chocado, o me ha gustado mucho, comparte esta rama de pensamiento filosófico. Evidentemente, me gustan porque yo pienso igual, y como el resto del mundo, me encanta leer opiniones que coinciden con las mias. Es una forma de reafirmación de nuestra (nuestra por ser seres humanos) propia y patética personalidad que necesitamos de vez en cuando para poder seguir siendo las hormigas trabajadoras, pero con consciencia de ellas mismas, que nuestros dirigentes quieren que seamos (¿veis, veis como soy nihilista total?).

Este sentimiento se me dispara durante las vacaciones, ya que el aborregamiento al que me impulsa la sociedad, y al que yo abúlicamente me rindo, desaparece, sustituido por duras disquisiciones filosóficas sobre si lo que hacemos está bien o está mal. Encima, vuelvo al trabajo después de vacaciones y me encuentro el post del pescador en el blog La Maldición de Sísifo, que aprovecho para recomendar (yo lo sigo a diario). En definitiva, lo que plantea la cuestión del pescador es:

¿Para qué trabajamos? Para ganar dinero produciendo bienes.
¿Para qué queremos ese dinero? Para adquirir los bienes que hemos producido.
¿Para qué necesitamos esos bienes? Para poder seguir trabajando.

Cuando estoy de vacaciones, y me voy a un pueblo casi deshabitado, o me pongo a viajar por el mundo (manta y carretera es mi estilo), consigo distinguir la estupidez de mi vida (y las vidas de los demás) con mayor claridad, pero no tengo la impresión de estar perdiéndola, porque me doy cuenta de ello e intento hacer cosas para cambiarla.

Las cosas no vienen gratis, hay que ganárselas. Por supuesto que mi vida no va a cambiar hoy, ni tampoco mañana, pero soy joven y tengo muchas ganas de luchar, y por Crom que lucharé, porque siento que eso es lo que debo hacer.

El antisocialismo adherido al nihilismo parte de la base de que ya no me queda confianza ni fe en el rebaño de hormigas aborregadas con circenses que me rodean. Cómo voy a tener confianza si el aborregamiento ni siquiera está conseguido con panem et circenses, porque la pura codicia de las mismas clases dirigentes (que casualmente también son productores de bienes) que desean controlar el rebaño les impide regalar el panem (alegoría de los bienes producidos), y además lo cobran a precio de oro. Aun con todo, consiguen una masa feliz y obediente, que consume lo que se le dice. Increíble pero cierto. Esto está pasando ahora mismo. Las clases dirigentes especulan con bienes primarios básicos (vivienda, sobre todo), y en este país de mequetrefes y adoradores de la fraude y el engaño, en este país donde vivir del cuento es deporte nacional, la gente se sube al carro y aumentan todavía más los precios, atomizándose el mercado en miles, millones de pequeños y malvados especuladores que tratan de medrar como ratas en la sociedad sucia y corrupta en la que les obligan a vivir, creyéndose cada uno de ellos el ombligo del mundo (¡qué digo del mundo, del Universo, pues su egocentrismo no conoce límites!).

Si esta misma gente despertara del sueño en el que les tienen sumidos, romperían esa baraja trucada con la que les obligan a jugar arrebatándoles por la fuerza esos bienes almacenados para subir artificialmente el precio. Pero no despertarán. Por eso añado el vocablo "antisocial" a mis tendencias nihilistas. Para distanciarme de ellos. Nietzsche, el padre más claro del nihilismo (como corriente filosófica. Los rusos lo inventaron como movimiento político) recomienda guiar al rebaño, pero yo no considero siquiera que el rebaño deba ser guiado. Ni siquiera se merecen eso.

Por cierto, aprovecho para recomendar el blog del Camarada Bakunin, que es un señor mucho más instruido que yo, pero también destila este aire nihilista que me alegra todas las mañanas haciéndome saber que no estoy solo en el mundo.

Filentropia

Ya estoy de vuelta de una semanita de vacaciones, que he pasado entre las fiestas del Pilar y, cuando ya se empezaba a poner mucha gente, la desaparición en un pueblecito de la Sierra de Guara, donde no hay ordenador ni nada que se le parezca. Me encuentro mucho mejor, totalmente renovado.

A la vuelta, me encuentro con una grata sorpresa. En el post donde explico qué es para mi (personalmente), esto de la neuromancia un tal MeSk me ha indicado una página donde hablan de estas cosas. Filentropia.org es una interesantísima (a mi parecer) reflexión de lo que se podría considerar "neorreligión", adaptada a estos "tecnotiempos" en los que vivimos. Claro que también puede ser considerada por algunos creyentes en religiones absurdas y obsoletas, creadas hace más de dos mil años, como "neopaganismo". Ellos mismos en su página lo llaman "tecnopaganismo".

La verdad es que la página tiene algunos artículos y unos cuantos foros, pero sin demasiada actividad, con lo que a lo mejor se queda un poco pobre, pero los conceptos de los que hablan (exceptuando quizás las teorías conspiracionistas, claramente creaciones de los gobiernos para inspirar miedo -una población con miedo es una población que no piensa, y por lo tanto es fácil de dirigir-) me resultan fascinantes.

Esto es lo bueno de internet. Por raras o extrañas que puedan parecerles tus teorías a los demás, siempre puedes encontrar a gente que piense de manera similar. Los seguiré, a ver si se mueven o llegan a algo concluyente.

viernes, octubre 07, 2005

La muerte de un sueño

Hoy me ha dado por pensar en lo que queremos ser cuando somos pequeños. Ya sabeis, cuando te hacen la fatídica pregunta de ¿tu que quieres ser de mayor? Cuando eres un niño pequeño es difícil tomarte en serio. En mi caso particular, cada vez que me preguntaban respondía una cosa distinta. Se ne ocurrían literalmente cientos, miles de profesiones con las que ganarme la vida. La gente que me conocía no me preguntaba porque sabían que iba a contestar algo cuya emoción me embargaba en ese preciso instante y durante apenas una hora.

Ya más mayorcito (15 años o así), cuando entré en el instituto, me tuve que empezar a plantear mi futuro en serio. Pero estaba exactamente igual de perdido que cuando era más pequeño. Pese a todo, iba ganando madurez, y tuve una revelación. Por fin supe lo que quería ser, mi pasión, a lo que dedicaría mi vida: ser piloto de avión. Todo consistía en entrar en la academia del aire del ejército (cosas de tener poco dinero) y, con mis altas notas no creía que me resultara difícil. Pero tenía (y tengo) una miopía galopante, que me negó la entrada desde el primer momento que cogí el teléfono y llamé para informarme.

Ahí estaba yo, con un sólo objetivo claro y sin posibilidad alguna de realizarlo. Nada se me ha vuelto a mantener estable desde ese desgraciado momento. Intenté por todos los medios buscar alternativas, pero ninguna me duraba más allá de 3 o 4 días. Cuando elegí la carrera, elegí algo que sabía que me daría trabajo, porque era inútil buscar la tan manida "vocacion". A mi vocación la habían matado.

Incluso ahora (con 24 añazos, carrera acabada, trabajando y progresando en mi trabajo), si alguien me pregunta que qué quiero hacer en mi vida, no tengo más remedio que decirle: no lo sé, todavía no lo sé. A lo que sigue un: ¿pero no tienes ninguna vocación?. Si, amigos míos, la tenía, y todavía la tengo, pero nunca podré hacerla realidad, a causa de la segregación debida a un defecto congénito del que no tengo ninguna culpa.

Ahora podré ganar mucho dinero, podré triunfar en la vida, podré tener a mi lado a una gran mujer que me quiera, y podré morir rodeado de amigos, pero sé que nunca podré realizar aquello para lo que he nacido.

NOTA: Para corregir ese problema de visión llevo lentillas y veo muy muy bien. Es decir, los médicos se empeñan en decir que es discapacitante para ejercer de piloto, pero todavía ninguno de ellos ha podido demostrarme que veía mejor que yo.

jueves, octubre 06, 2005

Reseña Cinematográfica

Hoy vamos con dos películas, buenas películas como siempre en este blog:

Reservoir Dogs: La primera peli de Tarantino, ganadora del Festival de Sundance de Cine Independiente, que es la lanzadera de nuevos directores a las productoras de Hollywood. La verdad es que la película está bastante bien, pero tiene algunos fallos difíciles de perdonar, como que empiece con un montón de personajes (6), y luege cuente la historia de cuatro de ellos, dejando a dos fuera de la manera más estúpida posible. O empieza con 4, o cuenta las historias de los seis. De todas maneras, el diálogo es muy inteligente, bien escrito, con muchísimas frases e incluso algunas reflexiones de los protagonistas. El montaje, como siempre inmejorable. Tiene ese toque distintivo que sólo los genios saben imprimirle a una película. En fin, excelente presentación de un director novel.

-Samaritan Girl: Otra película del director coreano Kim-Ki Duk, que ya nos sorprendió gratamente con la poco vista Primavera, Verano, Otoño, Invierno... Y Primavera, y que aquí se comporta más como un director consagrado que ya lo tiene todo ganado y que trata de emocionarnos mediante la historia de dos niñas prostitutas y el padre policía de una de ellas. Una película pseudotrágica que no consigue emocionar, por errores en el planteamiento (no hay tragedia en el planteamiento: las niñas no son pobres ni nada, lo hacen por capricho) y en el metraje (es muy bueno para una historia rural, pero la ciudad se le queda grande. Una ciudad es más movida, mas rápida). Final demasiado previsible, y demasiado oriental: el tipo que purga unos pecados (que ni siquiera deberían ser purgados) mediante miradas y suspiros, en completa soledad. Se me hizo pesada.

miércoles, octubre 05, 2005

Reseña Cinematográfica Especial

Bueno, hoy me gustaría comentar LA película. Alguna gente puede tratar de engañarte, mi querido lector, y tratar de hacerte creer que la mejor película de la historia es Ciudadano Kane, El Padrino, o tal vez Casablanca. Incluso habrá algunos que asevererán que no hay nada mejor que Titanic o Lo que el viento se llevó. Los mas frikis pondrán por encima de cualquier otra cosa El Señor de los Anillos o 2001 Una odisea en el espacio. A lo mejor habrá algún raro que te diga que por encima de todas las películas está la violencia al ritmo de música clásica de La Naranja Mecánica.

Sabe esto lector: todos ellos están equivocados. La mejor película de toda la historia del "fucking cinema" es:

Pulp Fiction: Simplemente soberbia. Los planos son extraodinarios. Las actuaciones de los actores se salen, la fotografía no falla un maldito plano en toda la f******* película. Deberán pasar un montón de años hasta que se pueda igualar una obra de arte tan perfecta como ésta. La vi hace mucho tiempo y la volví a ver ayer. La recordaba más difusa, pero ahora que sé algo más de cine ha sido, simplemente, una película-lección.

Gracias, Quentin por habernos permitido disfrutar de esto (sólo por eso te perdono Kill Bill Vol 1, perra). Alucinante

martes, octubre 04, 2005

Reseña Cinematográfica

Hoy vamos con dos películas mas (peliculones, la verdad):

-La Flaqueza del Bolchevique: Sin palabras me dejó. Seguí mi norma habitual si una película está basada en un libro. Primero me veo la película, me emociono, me encanta y después me leo el libro, lo que alarga y engrandece el placer de la peli. Pues esta película es simplemente soberbia. Dos pedazo de actores, sobre todo la niña María Valverde, que con 15 años ni se arruga ni se achanta al ser la protagonista total en un difícil papel de lolita con muchas ambigüedades. A base de poco diálogo, y muchas miradas, el film te llena por dentro. La vi cuando estaba en plena efervescencia Bukowski (me he pegado una panzada enorme de leer a este magnífico escritor), así que todavía me llegó mas adentro. El libro es distinto. Igual de soberbio y de impecable, pero algo mas "marrano". En el libro el protagonista es más un degenerado. En la película es simplemente un hombre abrumado por una vida que le obligaron a elegir.

-La Guía del Autoestopista Galáctico: Ya que estamos de pelis basadas en libros, no podía faltar esta joya, que tuve el indudable placer de descubrir en el cine, sin haberme siquiera interesado por los libros en los que está basada. La película es sinceramente genial. Después de la peli, me leí los 5 libros, y son muuuuuuucho mejores, pero como son tan buenos, la película no podía salir mala. Te hartas de reír y sales con los costados doliéndote. Vamos, siempre que te guste el humor Terry Pratchett, o incluso Monthy Python. Los efectos especiales correctos, bien situados en su momento. Ya podrían aprender "otros" a manejar con tanta efectividad unos medios quizás limitados. El problema del film: la baja promoción ha hecho que casi nadie la haya visto. Esperaremos al DVD, a lo mejor se convierte en otro Club de la Lucha.

lunes, octubre 03, 2005

Reseña Cinematográfica, el retorno

Bueno, debido a que estoy recuperando la fe en mi mismo, y, a pesar de que tras tragarme todos los cortos de Vigalondo sigo pensando que soy un inútil integral en lo que a cine se refiere, voy a hacer caso omiso y voy a seguir haciendo reseñas cinematográficas de las pelis que vea. Porque yo lo valgo.

Bueno, estas semanas pasadas, me he pegado una panzada de cine increíble, lo que pasa es que tengo mala memoria y bueno, no sé si me acordaré de todo.

Empecemos con dos películas:

-La Naranja Mecánica: Si si, ya sé que la ha visto hasta el tato, pero yo no la había visto. Es buena, pero no es para tanto bombo como se le ha dado. Imagino que este es otro de esos casos en los que me esperaba demasiado por todo lo que había oído de ella. Para la época en la que fue realizada imagino que la violencia debía ser algo enloquecedor, traumático. Ahora mismo esa violencia no despeinaría a un niño de 6 años después de ver el telediario. Eso sí, inmejorable la música durante los episodios violentos y el lenguaje que usan los pandilleros. Muy bueno que el psicópata tenga su recompensa, y sufra por todo lo malo que hizo en una vida anterior. Muy bueno el bar del principio. Lo mejor de esta peli es que es original.

-El Secreto de los Hermanos Grimm: Una excelente ambientación, atmósfera muy conseguida de esa edad dieciochesca que tan atractiva visualmente resulta. Todo desperdiciado en una película concebida para un público infantil. Como Píxar nos demuestra con cada una de sus obras, se pueden hacer películas realmente para todos los públicos. Se ve que Terry Gilliam no ha aprendido nada de eso, y ha hecho una bazofia estúpida con errores de montaje tan evidentes como dos secuestros de la misma niña, como si se hubieran olvidado en el segundo que estaba previamente secuestrada. Decepción en la grada del ex-monty python para sus admiradores. Lástima.

La disponibilidad geográfica

He estado pensando últimamente, en contra de lo que llevaba planificando durante meses, en no irme de mi ciudad a trabajar a ninguna gran urbe (léase Madrid), y desarrollar mi futuro en esta mi ciudad. Este pensamiento me sobrevino por primera vez en un pequeño pueblecito de Huesca, metido en plena Sierra de Guara, mientras estaba sentado en la terraza mirando las montañas y dejando que el agradable sol calentase mis viejos huesos, y mis jóvenes ideas.

Yo ya estuve nueve meses en Madrid, y no fue una experiencia demasiado buena a nivel personal. Excelente a nivel profesional, pero eso es todo. A veces, me fijo en esas personas que eligieron irse de su ciudad a una gran capital, para labrarse un futuro que de otra manera les hubiera sido vedado. Se han acostumbrado a esa gran urbe y ya no tienen ningún tipo de problema. Prácticamente han cambiado su grupo de amistades, quizás se han casado y han tenido niños, que van a un colegio de la capital, y que ya no conocen otra cosa. Efectivamente, son madrileños. Sin embargo, cuando vuelven a su ciudad natal, a lo que pese a todo sigue siendo su hogar, les viene inmediatamente a la cabeza que podrían haber sido felices allí. Con menos éxito profesional, o ganando menos dinero, pero con una mayor calidad de vida.

No tener que aguantar dos horas de viaje diarias, más viajes adicionales los viernes y domingos por la tarde para no perder contacto con la familia y/o amigos que pudieran quedar en la ciudad de origen aumentan increíblemente la calidad de vida.

No todo en la vida es ganar mucho dinero. Como decía en mi post anterior, si el dinero te lo has ganado, te das cuenta de que no te recompensa, por lo que es mejor ganar menos con una mayor calidad de vida. Por ejemplo trabajando en tu propia empresa o costándote 20 minutos llegar a tu trabajo todos los dias, viviendo en las afueras a 10 kilómetros de la ciudad.

A todo esto se suma la futura evolución del mundo (o lo que parece ser tal), donde los informáticos estamos a la vanguardia, en la cresta de la ola. Me refiero al mundo de las comunicaciones. A mi me pagan por usar mis ideas, mi capacidad intelectual. Mi cuerpo físico no tienen nada que realizar en un trabajo en el que el mayor esfuerzo a realizar es darle a la tecla. Es decir, me pagan por la información que soy capaz de generar. Y actualmente existen medios sobradamente efectivos para transmitir esa información de una punta a otra del mundo a una velocidad aproximada a la de la luz, lo que en lenguaje humano convencional es como decir instantáneamente. Entonces, ¿qué leches les importa dónde genere yo el software que necesitan en una empresa de Madrid?

Actualmente, la deslocalización temporal está todavía en pañales, porque nuestros jefes todavía crecieron en otra generación, con otras reglas. Cuando mi generación (la llamaban el otro día Generación Y, ya saben, la de los nacidos entre 1981 y 1990, los móviles, internet, la permanente comunicación) lleguemos a ser jefes, podremos (y sabremos) crear empresas muy competitivas reuniendo talentos de alrededor del mundo, sin tener que hacerles dejar las ciudades donde han elegido vivir por su mayor calidad de vida, reduciendo costes de oficinas, sedes, prevención de riesgos laborales...

¿Deshumanización de la sociedad? No es tan tremendista. Después de todo, yo hablo de aplicar esto simplemente a los programadores (no a toda la sociedad, los fontaneros siguen teniendo que personarse en un sitio para hacer una reparación), y los proyectos de software libre (por ejemplo) se hacen así. ¿Se deshumanizan? No. ¿Se han deshumanizado los escritores, que siguen este modelo de trabajo desde hace siglos? En absoluto.

¿Alguien se imagina a un escritor llendo a la oficina a escribir su nuevo libro? ¿Por qué hay que estar en una oficina para escribir código?

Piensen, piensen.