viernes, diciembre 15, 2006

Libertad

He oído demasiadas veces que la libertad, en el mundo en el que vivimos, se consigue con dinero. Que es el desahogo económico el que te permite esa libertad (única verdadera razón por la que merece la pena luchar, matar y morir) a la que aspiro. Que si tienes problemas de dinero vas ahogado, que no puedes respirar, que estás atado.

He descubierto que estaban equivocados. La libertad nace de uno mismo, e igual de difícil resulta ser libre con mucho dinero que con poco. Y aún diría más. Salvo casos puntuales (ricos hereditarios, loterías, etc...), cuanto mayores son los ingresos, mayores son las ataduras. ¿Por qué? Simplemente porque nos sentimos más seguros estando atados y la seguridad nos proporciona felicidad. Ya saben que, en iguales condiciones, los ricos siempre han sido más felices que los pobres. Pero no más libres.

No es libertad el poder decidir si vas de vacaciones a Kenia o a las Islas Griegas. Si te apetece irte hoy o en Abril, al Meliá o al Hilton, si quieres comer carne o pescado. Sólo dispones de la libertad que te da el dinero. Estás más atado que nadie. Sino, espera el día que te falte.

Libertad es poder tomar tus propias decisiones, tener tus propias ideas. Y para eso, que yo sepa, dinero no hace falta.

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