miércoles, febrero 07, 2007

Contando mi vida

Demasiados días he dejado mi blog en boca de otros (bien acotaditos se podría decir que forman parte de mi filosofía) y ya va siendo hora de que escriba unas cuantas palabras salidas de mi caótico cerebro.

Tras esta estúpida disertación que suena a disculpa (¿debería disculparme por lo que escribo aqui?), vamos al turrón. La verdad es que estoy feliz. El trabajo me ralla, y mucho. Me jode que gente mucho más ignorante e infinitamente menos creativa se considere por encima simplemente porque "se fija" más en las cosas. Hay algunos que hacen bien el trabajo estúpido y repetitivo y otros que no, y me resulta extremadamente fastidioso tener que aguantar a gente que se pone por encima porque haces peor que ellos un trabajo de mierda que no le interesa a nadie. Y yo me pregunto, ¿debería considerarme por encima de ellos simplemente porque no son capaces de imaginar algo mejor? No, sólo me dan pena. Si se limitaran a dejarme en paz, sólo me darían pena, pero es que cuando me miran con lástima... A cambiar de trabajo tocan, antes de que me de por venir a la oficina con una katana. Fijo que si. Cambiar a un trabajo donde no me traten como a un becario. También debo reconocer que no toda la culpa es suya. Mi actitud frente al trabajo no es la correcta. Se me nota que lo que hago no me interesa, que lo hago con desgana. Mi aura es pura desidia. El trabajo ha pasado a tener una importancia tan baja, que cuando salgo de aquí ni siquiera me acuerdo de que trabajo. Consiguientemente, cuando vuelvo al dia siguiente a la oficina, ni siquiera recuerdo lo que andaba haciendo el dia anterior y eso me debe hacer parecer terriblemente estúpido cuando no sé responder a las preguntas sobre conversaciones que tuvimos ayer mismo.

Pero no todo en la vida es trabajo. Si todo lo fuera, estaría como estaba hace un año: deprimido, gris y sin esperanza. Fuera del trabajo, la vida no podría ir mejor: tengo novia, canto en un coro, estudio música, canto, estoy en tres grupos de teatro diferentes y estoy cumpliendo mi objetivo de ir, por lo menos, una vez a la semana al cine (aunque me vaya solo). Dentro de dos semanas empiezan los aplausos (si, aunque sólo de sean madres y amigos, seguro que saben a gloria). Encima hay más proyectos en perspectiva. El grupo de thrash metal empieza a tomar forma como idea en las cabezas de algunas personas. Tardará tiempo, pero algo se montará. ¿Ah, que no he hablado nunca del grupo que estaba pensando montar? Vaya, qué despiste. Para otro post.

No hay comentarios: