viernes, julio 14, 2006

La pereza

Este, queridos lectores, es mi peor defecto. Es lo que marca mi vida. No soy especialmente dado a los demás pecados capitales, de hecho soy mucho menos dado a ellos que el resto de la gente que conozco. Pero todas las penas de infierno cristiano acumuladas sólo por incurrir en éste único pecado compensan todo lo virtuoso que pueda ser en el resto de mi vida -no se preocupen, llegado el momento, podrán encontrarme calentito en el infierno-.

La pereza es algo inherente a mi carácter. Es lo que mata todo el posible talento natural que pudiera tener o haber tenido, así como también es lo que me prohibe recalcitrantemente tener algún tipo de vocación. Por Crom que resulta incapacitante.

La gente a mi alrededor, las personas que he conocido, se declaran generalmente "vagas" (no he conocido a nadie que no se declare un vago redomado), y no me creen cuando les digo que da igual lo vagos que sean o que se crean, que yo les gano. Nunca me creen hasta que se lo demuestro, y al cabo de dos o tres semanas de conocerme y estar juntos a menudo, acaban incluso echándomelo en cara: ¡Cómo puedes ser tan vago! ¡¡arghh!! Afortunadamente suelen calmarse con un simple "te lo advertí".

Por supuesto la gente que me aprecia y que está a mi alrededor trata de darme consejos y ánimos para que me sobreponga, confundiendo el poder con el querer (disquisición altamente filosófica ésta que trataremos en un futuro post). Ellos creen que no me muevo, que soy tan increíblemente inactivo porque no quiero moverme ni estar activo. Pero se confunden de parte a parte. Nada me gustaría más que llegar a casa, comer y ponerme a escribir los relatos que tengo en mente, empezar a aprender un poco de diseño 3D con Blender o leer algún libro difícil de gran profundidad lingüística para forjar la gramática. Pero no puedo. Es tan simple como eso. Después de comer me arrastro hasta la cama para dormir una siesta de más de tres horas, de la que me despierto medio atontado y ya casi de noche. Entonces me pongo a leer alguna cosa facililla de fantasía épica o me pongo a jugar con el ordenador al MUD (Multi-User Dungeon, en un futuro explicaré lo que es y lo que supone para mi) y de repente, llega la hora de cenar, un poco de tele (ligerita) y a dormir.

Nada, no hago nada de cosas que me fascinaría hacer, simplemente porque cuestan esfuerzo. Así, cómo voy a mejorar.

No hay comentarios: