miércoles, agosto 02, 2006

Game Designer

Andaba yo estos últimos meses sumido en la posibilidad de trabajar como Game Designer (o Diseñador de Juegos, en lengua de Cervantes) en la industria del videojuego. Es un trabajo muy creativo, en el que tienes que escribir un montón y manejar a un grupo de artistas y programadores para llevar a cabo tu visión.

La verdad es que sólo de pensarlo ya se me está cayendo la babilla, aunque me temo que esto de caerse la babilla no me pasa sólo a mi. Apliqué (por usar un anglicismo que los puristas me perdonarán, porque viene al pelo) a un par de sitios y de uno de ellos me hicieron incluso una prueba, que, por razones que nadie me explicó, me negó el acceso al tan ansiado nirvana. La prueba consistía en el diseño de las partes más importantes de un juego de plataformas, además en inglés. Sencillo.

Tras esta experiencia frustrada y algunos currículums diseminados por las empresas de videojuegos más relevantes (relevante: que no sean las de los tres amigos que se juntan para intentar vivir del juego indie), no he tenido más noticias ni han aparecido más anuncios pidiendo game designers (me perdonen el término, el puesto de trabajo de llama así), salvo de la empresa que ya me rechazó, y a la que no considero correcto volver a aplicar (cosas del amor propio, oiga). Por otra parte es normal, no todos los días se necesitan diseñadores de juegos en este mi país, otrora conocido como España y actualmente conocido como El Reino del Ladrillo, tan amante de la creatividad y la rotura de barreras tecnológicas por medio de la innovación. Sea.

Así, que movido por la curiosidad, me pongo a mirar ofertas en los Estados Unidos de América, ya saben la tierra esa de allende los mares que tantos amigos está haciendo por el mundo gracias a haber votado unáninemente a un presidente intelectual y erudito. Y allí, tierra de libertad y oportunidades, hay ofertas casi diarias de ese puesto tan increíble. Lamentablemente, por los requisitos de las ofertas no he debido ser yo el único genio que se deja deleitar por esa perita en dulce (!!), y la verdad es que lo que piden simplemente para aplicar es tan galáctico (uso el término de moda para paliar el efecto de mis anglicismos en los puristas) que casi da miedo. Y lo de salir de la cómoda protección de la casa de tus padres en un país tranquilo para ir a hacer las américas (no me negarán que esta expresión me viene que ni pintada) a un país de fanáticos en el que hay más de once mil (¡once mil!) heridos por arma de fuego al año no es en absoluto menos atemorizante.

Todo esto unido a una situación laboral profundamente desmoralizante y a la interiorización repentina de que estoy a años luz de tener el talento necesario para la creacion artística me está empezando a desencadenar la primera depresión desde hace meses.

De momento aguanto, simplemente refugiándome en mundos mejores que este creados por mi imaginación para la ocasión y pasando completamente del trabajo. Evidentemente esto me puede acarrear problemas a no demasiado largo plazo (más o menos cuando se den cuenta de que no hago nada de lo que me dicen...), pero ¿qué es más importante, mi equilibrio mental o un par de mierdaplicaciones que nadie va a usar? Depende del punto de vista ;)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Aquí en Mallorca hay una empresa que puede te interese y encuentres alguna oferta de trabajo que sea de tu gusto.

De esta empresa te diré que parece que va en serio y que es bastante potente ( o eso me han comentado algunos informàticos de por aquí) ya que està "sustentada" por el hijo del propietario de Ikea.

Después de este terrible acto de marujeo-cotilleo perpetrado en el anterior párrafo, te dejo en paz y espero que el link te sirva de algo.

Un saludo

Zhalim dijo...

Muchas gracias Mikele, ya había pasado mi atención por esta empresa, que estaba metida en el grupo de relevantes.

La verdad es que es interesante, pero eso de vivir en una isla... quizás sea un poco demasiado duro ;)