miércoles, septiembre 06, 2006

Cuentacuentos

Miró hacia el cielo. Necesitó acostumbrar los ojos deslumbrados por la luz de la hoguera a la oscuridad del manto de la noche. La luna no conseguía eclipsar los millones de estrellas que brillaban sobre su cabeza. Sobre la suya y sobre la de toda la gente que se había congregado alrededor de su casa, construida sobre pilotes mar adentro junto a otras de factura similar.

Todos le miraban encandilados, en silencio sepulcral, esperando con rostros ansiosos, que cambiarían a expectantes, temerosos o divertidos o cuando la historia que tenía en la cabeza comenzara a surgir de sus labios, cuando sus cuerdas vocales se contrajeran para imitar las voces de los personajes que intervenían en ella, cuando sus gestos acompañaran de manera perfecta y natural a su voz, como si flotaran atrapados por la magia de la historia.

Bajó la mirada, la posó sobre su audiencia y se dio cuenta de que era feliz.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

He llegado a tu blog por mera casualidad... Encontre un articulo tuyo llamado ¿vivimos en la matrix? o algo asi... me emocione al darme cuenta que no soy el unico mortal que abre los ojos ante la fantasia cotidiana...
No sabes lo mucho que entiendo tu desagrado por aquellos lectores fugaces y de respuesta amorosa...
Te vas directo a mis marcadores de firefox y a mi futuro blog, que de hecho esta en proyecto hace mas de un año... A veces dudo de si habra alguien que realmente piense lo que lee... Hoy me di cuenta que si lo hay...

Un gran saludo hermano...

Zhalim dijo...

Pues me alegra infinitamente que te quedes por aquí.

Bienvenido, siéntete como en tu propia casa.